Las redes sociales han cambiado la comunicación empresarial para siempre. Twitter, Facebook y LinkedIn permiten a las compañías ofrece un feedback instantáneo a sus clientes, además de monitorizar los comentarios que los internautas hacen acerca de su marca y poder realizar acciones publicitarias con tan solo hacer clic. Sin embargo, las RRSS pueden ser un arma de doble filo, y hay que estar preparados para saber actuar ante cualquier comentario negativo o campaña de desprestigio. Por esta razón, hoy vamos a hablar de las mejores técnicas para manejar una crisis en redes sociales. Dependiendo de la profesionalidad con la que lidiemos ante estas situaciones nuestra imagen de marca puede salir reforzada o hundirse en el fango.
Identificar una crisis en RRSS
Cada empresa determinará una serie de KPIs o indicadores para diferenciar cuando se encuentra ante un problema de imagen en las redes sociales o se trata un mero comentario negativo o una broma. En la mayoría de los casos todas las pequeñas crisis en medios sociales se desencadenan por una crítica mal encajada por parte del community manager o por ignorar los comentarios de los usuarios en nuestro perfil. En términos generales, esas situaciones no suelen ir a más, y dependiendo de la elocuencia del responsable tras la pantalla puede resolverse con mayor o menor éxito. Es importante establecer muy bien unos criterios diferenciadores para no caer en las provocaciones de lo troll y otros tantos bromitas de la red, pues si demostramos tener la mecha muy corta, nuestros perfiles terminarán recibiendo constates bromas y comentarios.
Las grandes crisis en RRSS se dan cuanto multitud de usuarios generan varios comentarios negativos acerca de la empresa. Este contenido puede citarnos empleando nuestro nombre de usuario o hacerlo de forma indirecta utilizando el nombre de la marca. En cualquier caso, estas son las situaciones en las que sí o sí todas las alertas deben estar en rojo, pues sean cuales sean nuestros KPIs a la hora de identificar una crisis, existen pocas compañías que decidan quedarse de brazos cruzados ante una avalancha de críticas.
Consideraciones para solventar una crisis en medios sociales
El tiempo de respuesta determina en muchos casos el éxito en la resolución de problemas, y en lo que respecta a las RRSS no iba a ser una excepción. Sin embargo, es importante no precipitarse y pararnos a pensar durante cinco minutos qué tipo de respuesta deberíamos llevar a cabo. Analiza los comentarios recibidos y evalúa si verdaderamente la empresa es responsable de lo que señalan o si se ha producido cualquier malentendido.
Un error de novato que muchos CM sin experiencia han cometido es tratar de invisibilidad los comentarios o restarles importancia. No hay que tener miedo a pedir disculpas cuando sea necesario y mostrar un actitud lo más transparente posible. Mantener una postura firme o tratar de diluir nuestra responsabilidad puede provocar un efecto dominó en el que cada vez más usuarios manifiesten su descontento con la marca.
Manual de actuación ante una crisis en RRSS
La prevención es la clave para salir airoso de cualquier malentendido en las redes sociales. Los usuarios se han acostumbrado a una dinámica muy clara en la que cualquier frustración y descontento con nuestra marca o alguno de nuestros productos o servicios puede aliviarse dejando un comentarios en las RRSS no solo como desahogo, sino también con la intención de que sea leído por la propia empresa. El community manager debe disponer de un guion con pautas muy estudiadas para saber cómo actuar ante cada situación.
El perfil más común con el que nos vamos a encontrar es el del cliente enfadado o insatisfecho. Esto puede deberse bien a un producto defectuoso, un servicio que no cumple con las expectativas del cliente o algo tan simple como un refresco con poco hielo o el aire acondicionado demasiado fuerte. El abanico de posibilidades es inmenso, y puede ir desde lo más comprensible a lo más absurdo, pero debemos mantener una actitud seria y profesional para no afectar a nuestra reputación de marca.
Los mensajes comprensivos y en tono calmado son la mejor solución. Tratar de ponernos en la piel de los usuarios es vital para que la comunicación se desarrolle sin incidentes y el problema alcance una solución lo más rápidamente posible. Si nos mostramos empáticos, el usuario tenderá a razonar y a no dejarse llevar por la rabia.
El primer paso es alejar la resolución de la crisis del ámbito público. Si un cliente se encuentra molesto con nosotros, solicita permiso para mandarle un mensaje directo y así alejar a los curiosos para solventar la incidencia en un plano más privado. En otras ocasiones sí puede resultarnos útil que los demás sean testigos de cómo atendemos las críticas de un cliente, por ejemplo, admitiendo nuestra culpa y ofreciendo algún tipo de descuento para la siguiente compra. De lo que se trata es de actuar lo antes posible para que un simple comentario no termine desencadenando un aluvión de críticas.
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